29 de agosto de 2011

Ven, te invito a mis veintiuno.


Quiero decirte que eres lo mejor de esta vida y de todas las vidas que vaya a tener. Que no puedo vivir sin ti, sin comer a tu lado y saberme viva. Sin acostarme a ver "How I met your mother" y sentir que nada sucede y que sólo estamos tú y yo. No sé si haya algún llamado cénit del amor, pero el nuestro sigue ahí, y a veces sube más y a veces nos ilumina más y hoy y ayer y antier y todos estos días, como siempre los convertimos en magia pura.
Como lo dije hace un par de días: Gracias por ser lo mejor de mis veinte, y como dije hace unos minutos: de mi vida. De verdad, este amor me sobrepasa. Ahora te invito a vivir juntos nuestros veintiuno. Sé que el mundo nos espera. Te amo tanto.

2 de agosto de 2011

Querido Miau.


Te escribo una carta. Una que no sé si leerás, pero una más de tantas que te he escrito. Te amo y te he amado tanto desde hace dos años. Ya hemos sobrevivido un verano más, sí, hablo de supervivencia porque eso sucedió, un acto de aferrarse a una vida donde no estás tú y déjame decirte que ya no me la imagino sin ti, me cuesta trabajo. Muchísimo. Es por eso que durante todo este periodo de tiempo calmé a mi corazón y le dije que todo iba a estar bien. Y ayer que te vi, que te abracé, inmediatamente supe que no sólo todo está bien, sino que está mejor. Tus brazos son mi hogar, definitivamente.
Hoy mientras caminábamos me doy cuenta de que tenemos una relación como esas de las películas que me gustan. Cada que te veo siento que todo se me mueve, caminamos de la mano, me haces reír, después sin razón alguna te pregunto si me extrañaste y sólo dices "meh". Meh. Claro que no, mientes. Y sonríes, porque así somos, así nos llevamos y me has enseñado a descifrar tantas historias que suceden entre tus palabras, entre tus cosquillas. Gracias por hacerme sentir viva. Me encanta sentirme así y tú tienes un don para llevarme más lejos que eso.
Y ahora vienen los futuros, los instantes que nadie tiene planeados y esos me encantan a tu lado. Tomémonos de la mano y enfrentemos eso que siempre me hace querer meterme debajo de las sábanas y tú esperas pacientemente a que todas mis ideas justifiquen mi salida.
Eres un hombre extraordinario y no sólo lo digo por el hecho de que seas mi novio. No, lo digo porque te veo crecer y te veo contándome historias de ludopatía, de nuevos jugadores, de Estados Unidos en los 30's. Te veo crecer y ser fuerte y eso me llena de emoción y sobre todo nos veo crecer, juntos, haciendo proyectos cada quién y sabiendo que uno le pone atención a lo que hace el otro.
Quiero decirte que quiero todo contigo y eso sé que ya lo sabes. Pero con todo quiero decir que quiero mi vida contigo y soñar y amarnos y vivir y llorar y comer y gritar y pelear y reconciliarnos y abrazarnos, besarnos, tener sexo, visitar Praga, comer en Serendipity. Quiero estar exhausta cuando dé mi último respiro, por que sabré que ha valido la pena, que compartir mi vida contigo fue la mejor experiencia de una vida. Queda tanto camino y estaré siempre ahí, sin importar cuál sea la circunstancia. Mi manera de amarte no conoce límites y a veces le faltan palabras. Gracias por tu amor, por que es como ese que Carrie Bradshaw describió "I'm looking for love. Real love. Ridiculous, inconvenient, consuming, can't-live-without-each-other love." Y sé que tal vez debí citar a Joyce o a Lispector, pero no, esas palabras son las que exactamente quiero expresar.
Te amo,
Pao.

P.d. Esta carta fue escrita con el corazón en la mano, o bueno, con un corazón rojo y latiendo.

Después de un mes.


Julio fue caótico, de verdad que un torbellino de emociones, nudos en la garganta, agua para bajarlos, comida, tensiones. Pero saben qué es lo mejor de todo, que uno no se estanca, que uno camina porque el tiempo es una caminata constante. Y no escribí en todo ese tiempo porque estaba severamente afectada por algún estado emocional. Sí, fue la distancia, la lejanía entre nosotros. Pero ya estamos de nuevo juntos y mis emociones de todo el verano sirvieron para muchas cosas, entre ellas recordar que una es fuerte, que una no se dobla y que una ama por sobre todas las cosas.

Y además que una debe de vivir, sin importar cuantos cielos se caigan sobre nosotras.